Volamos para cuidar pequeños corazones
Todo empezó como el sueño de un joven médico, que, motivado por los logros y hazañas de su padre, quien fue el fundador de la primera unidad de cuidados intensivos neonatales del Cauca, quiso emprender su propio proyecto en beneficio a la población que necesitaba servicios de salud especializados, de esta forma pone en marcha el ideal del trabajo por la comunidad.
Por ser una persona con vocación altruista que ha dedicado su vida al servicio y bienestar de los demás, el Cardiólogo pediatra Víctor Hugo Rodríguez Muñoz, fue declarado como hijo ilustre de su ciudad natal de Popayán, Cauca. Laureado por el Consejo Municipal con la Cruz de Belalcázar en abril de 2015, nombrado como Maestro Ilustre de la Universidad del Cauca en octubre de 2020, condecorado con la Gran Cruz Cauca otorgada por la Asamblea del Departamento del Cauca en 2021; líder del movimiento “Volamos para cuidar pequeños corazones”, fue reconocido como TITAN Caracol en 2020 en la categoría de salud y bienestar, y reconocido por la policía Nacional de Colombia por el apoyo invaluable labor al servicio, al contribuir de manera decidida al bienestar.
IMPACTO EN EL AREA DE LA SALUD:
Cursaba el año 2007, cuando el cardiólogo pediatra Víctor Hugo Rodríguez Muñoz advirtió que en un país como Colombia, las diversas situaciones de conflicto armado, las deficiencias en los sistemas de salud, la situación económica y social, limitan las posibilidades de las comunidades para acceder a servicios de salud, y por ello, los niños con problemas cardiacos, que habitan en las zonas periféricas, con vías de acceso limitadas, alejadas de las urbes, afectadas por la violencia y pobreza, no tenían la posibilidad de trasladarse a los centros de salud especializados, lo que les impedía acceder a diagnósticos oportunos y tratamientos pertinentes para sus enfermedades cardiovasculares, las cuales derivaban complicaciones que incluso comprometían su vida.
Al ver esta problemática y la situación que aquejaba a la comunidad, el Cardiólogo con sus propios recursos económicos decidió ir hasta esas zonas de difícil acceso y trasladar hasta las comunidades el servicio de salud especializado, llevando consigo los equipos biomédicos portátiles de última generación como ECOCARDIOGRAFOS, ELECTROCARDIOGRAFOS, HOLTER CARDIACO Y MONITOREOS DE PRESION ARTERIAL, CONSULTA ESPECIALIZADA Y VALORACION CARDIOLOGICA, rompiendo las barreras geográficas que impedían a los niños, obtener los diagnósticos y tratamientos que necesitaban. Así nació “Volamos para cuidar pequeños corazones”.
Los inicios no fueron fáciles, y por supuesto, fue un proceso con altibajos, pero acompañado con muchas sonrisas y alegrías. Inició en el Departamento del Cauca, y con persistencia pudo desplegar sus alas hacia el suroccidente del territorio colombiano, cubriendo Tumaco (Nariño) en 2008, Mocoa (Putumayo) en el 2013, Leticia (Amazonas) en el 2015, Florencia (Caquetá) y la Costa Pacífica del Cauca (Guapi) en el 2017, San Andrés Islas y Providencia en 2018 y finalmente Ipiales, (Nariño) en 2019.
Durante 14 años, volamos para cuidar pequeños corazones, logró formar una ruta de atención que ha garantizado diagnósticos y tratamientos oportunos para más de 101.902 niños y niñas, evitado complicaciones y optimizando manejo médico a intervenciones quirúrgicas que han brindado seguimiento con buen pronóstico de mejoría y beneficio en la calidad de vida de los pacientes.
Actualmente cuenta con un equipo médico compuesto por Cardiólogos Pediatras, Cardiólogos del paciente adulto, Enfermeras, Fisioterapeutas y Auxiliares de enfermería, los cuales apoyan la atención en las brigadas y ejecutan planes de educación a la comunidad sobre promoción de la salud y prevención de la enfermedad, estilos de vida, alimentación saludable, signos de alarma y educación sobre cardiopatías congénitas.